martes, noviembre 25

Subconsciente

¿Qué tanto necesitamos concluir nuestros asuntos? Todos los días abrimos y cerramos pequeños episodios en nuestra vida, subimos al bus - bajamos, vamos al trabajo - regresamos a la casa, dormimos -- nos levantarnos.

Pero que pasa con las cosas que no terminamos, las conversaciones que no cumplen su objetivo, las palabras que no se dicen nunca, las cosas que nos guardamos por ¿falta de valor?, ¿no era el momento adecuado? bueno ¿Qué pasa con eso que no hacemos? ¿Nuestro subconsciente lo trataría de terminar por su cuenta ?

Estoy oficialmente perturbada. Hace un año eso paso, dije mucho y al día siguiente cuando era el momento de hablar, pedir ciertas disculpas, afrontar los hechos simplemente evadí la conversación, hable con todo el mundo excepto con la persona correcta y luego cuando el tiempo paso simplemente se quedo como una recuerdo de lo que "pudo haber sido". Pienso en eso con más frecuencia de la adecuada, nuestros caminos simplemente se separaron, cada uno siguió -como era de esperarse-  con su propia vida con nula comunicación. 

El motivo de este post es lo que paso hace unas cuantas noches, estaba dormida y tuve un sueño el cual era la hp conclusión de esa noche, era exactamente lo que debió haber pasado después la conversación que no se dio, lo que debía haber dicho -en el sueño- sentí una sensación de alivio increíble.

Luego desperté y estaba literalmente temblando, no he podido desechar el sueño, siento la necesidad de hacerlo concreto pero ha pasado tanto tiempo que estaría totalmente fuera de lugar, por más que trato de no pensar en eso, de ignorarlo es mi "asunto recurrente", he tratado de mantenerme especialemnte ocupada estos días, cada vez que pienso en eso lo suprimo con alguna nimiedad, ese es el motivo por el que no he posteado nada, sabía que cuando me sentara frente al monitor iba a dejarlo fluir.

PS. Lo siento estuve un poco incoherente... pero necesitaba quitar el tapón.

domingo, noviembre 23

Raro

Es divertido como cambian las cosas, nos vemos diferentes de un año a otro, los articulos se ponen viejos, la ropa se encoje... pero lo más curioso es como cambian los sentimientos o en si: las personas, ya sea por la lejanía, diferencia de actividades, trabajo, problemas, en fin mil cosas.
Muchas veces no percibimos los cambios hasta que son tan drásticos que no queda otra opción que darse cuenta que ya no se siente lo mismo.