jueves, julio 15

De regreso

Llevo un tiempo ya sin escribir ni una sola letra en este espacio, debería tener mil cosas para decir, mil temas atrasados pero no se me ocurre nada y si espero algo de inspiración para otra entrada mi ausencia se prolongará unos 1000 años más de modo que me limitaré a resaltar unos cuentos puntos que se convirtieron en mi vida desde el martes 9 de marzo.

Me encontré, de alguna manera comprendí muchas cosas acerca de mi, cosas que había tratado de ignorar y cosas que me gritaban les brindara un poco de atención; como me suele suceder, lo comprendí muy tarde, cuando ya no se podía hacer más que lamentarse por el tiempo perdido y desear mil máquinas del tiempo para hacerlo todo de nuevo, para empezar de cero.

Me perdí, en el vacío, en la oscuridad, en la tristeza, pero encontré algo de luz y me aferré a ella, acepté que lo que no podemos cambiar nos hace perder una oportunidad, pero nos ayuda a crear otra realidad; que aunque no pueda reemplazar a la anterior puede brillar tanto que vuelve gris los tiempos amargos. Se de su potencial, espero poder crearla.

Me alimenté, comí muchas cosas nuevas y muchas conocidas, comí odio, amor, felicidad; comí triunfo y fracaso casi del mismo plato; comí pérdida hasta que ya no puede más. Comí intensiones escondidas y sonrisas falsas de cucharas que me siguen sorprendiendo; mientras me dieron apoyo y amor de cucharones conocidos, que siempre estarán llenos para mí.