Hace como una semana me dieron unas ganas tremendas, llamemosle antojo de un Snikers y pase todo el día pensando en el chocolate y su interior, cuando salí de clases iba a comprarlo pero como iba tarde preferí tomar el bus en lugar de pasar a comprar dicho chocolate, camino a mi casa hay una pulpería pero no me gusta ir entonces me acosté sin el chocolate; algo parecido sucedio durante seis días y siempre recordaba que tenía muchas muchas muchas ganas pero nunca lo compraba por "x o y" (como decía mi profe de física).
El domingo me regalaron uno así, de la nada y ese día me di cuenta de que ya no tenía las ganas originales, de modo que decidí esperar hasta que las tuviera de nuevo... y nada, las ganas no volvieron con tanta fuerza. Hace 5min abrí en empaque del chocolate y me lo comí.
No voy a hacer una comparación con el chocolate y la vida si es lo que esperaban... que cólera con el chocolate si hubiera llegado dos días antes lo hubiera difrutado como se debe.
Bonus. Ya que este post ha sido más insustancial que una cucharada de jugo de uva en un litro de agua aquí va algo que lo va a hacer aún más insustancial.
Esta mañana de encontré con un viejo conocido que no veía desde hace dos años; cuando entré a la U "anduve" con un muchacho de lo más simpático, era atento como él solo (en serio) y estaba tan precisado por ciertas cosas que una vez que por algún milagro del destino fue a dejarme a casa (cosa que no me gusta) se le salió la épica frase que mi padre y progenitor milagroso tuvo la dicha o desgracia de escuchar:
"Dica. Usted no coge, o solo no coge conmigo."
Esta demás decir que mi papá dejó marcas de uñas en la pared por la fuerza que puso en no salir y convertir a mi pretendiente en un bodoquito. En fin, esa fue la penúltima vez que salí con él pero seguimos hablando por mensajes acerca de cosas varias.
Hoy, me saludo cariñosamente conversamos como 15 minutos, me contó acerca de la U, tema que nunca falta, de su mami que sigue preguntando por mí, de su hermana con la que salí y salgo más veces que con las que alguna vez salí con él. Me contó que se compro un schnauzer, por que según él es mi raza favotita y así me tiene presente... (veo a mi perro y me acuerdo de vos... FAIL). Me contó que salió con una amiga, de paso me di cuenta de que ella nunca me lo contó.
Llegaron por mi, se despidió con un beso en la mejilla un tanto más largo de lo normal, de esos que hacen que una piense en palabras como awkward. Me dedico una de las sonrisas que más me gustaban en él y terminó el encuentro casual con la siguiente frase:
"¿Quiere una segunda ronda? Prometo no ser un jerk esta vez."
Como dije: casual.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
PS. Amo la palabra bodoquito.